La típica monta de Andalucía es la Doma Vaquera – el trabajo con el ganado en el campo. Paralelo a ello se desarrolló la Doma Americana, que tiene sus raíces en la Doma Vaquera. Para los vaqueros es muy importante, poder confiar en sus caballos y dirigirlos con las mínimas ayudas. Estos caballos muchas veces trabajan hasta 12 horas y es muy lógico, que los ejercicios de la doma clásica hay no tienen importancia. En el trabajo con el ganado, el caballo lo lleva tranquilo en paso de finca a finca o galopando con movimientos rápidos, separando algunos animales. Así solo el paso y el galope están usados en la Doma Vaquera – que no significa que el caballo andaluz no sepa trotar.

La monta con una mano facilita al vaquero su trabajo con la garrocha, las cancelas y por su puesto hace falta para la copita de fino en las ferias. Los auténticos caballos de trabajo están domados por los vaqueros, que les enseña todo, lo que es importante en su trabajo y lo hace más fácil. No se debe de olvidar que muchos caballos trabajan toda su vida con el mismo jinete.

Hoy en día hay concursos de Doma Vaquera con reglamentos y jueces, que valoran el entrenamiento de los caballos. Casi siempre se usa los cruzados por su rapidez, agilidad y aguante.

Aquí en La Paz tenemos una forma simple de la Doma Vaquera: Los caballos trabajan con monturas vaqueras / mixtas que se monta con estribos largos. Estas monturas son algo mas pesadas que una montura inglesa, pero tienen mucha base en le lomo del caballo. Montando los bien, el peso de jinete y montura se dispensar muy bien para el caballo y son muy cómodas tanto para jinete como para el caballo en distancias largas. En el campo los caballos van con hackemore – una cabezal sin bocado, que presiona sobre la nariz. Por un lado los caballos pueden tener mejor equilibrio en los pasajes difíciles que con un bocado, por el otro lado pueden beber bien, que es importante en los días largos. La doma con una mano puede ser insólito al principio pero es muy fácil de aprender. Aquí tampoco trotamos en el campo debido a caminos montañosos y la montura que no permite de levantarse en el trote. Al contrario de otras domas, nos levantamos en la montura, tanto en las cuestas, como en los galopes para ayudar a los caballos.
El caballo andaluz aquí esta en sus tierras y acostumbrado a las montañas – podemos tener plena confianza en el.